domingo, 12 de febrero de 2017

El usufructo de la decadencia de las tropas Españolas en la batalla de Cachirí

El siguiente texto intenta muy humildemente dar un aporte a la historiografía Regional en el territorio de Santander.  Teniendo en cuenta que en la batalla de Cachirí resultó victorioso el ejército español, pero podría verse también como un ejército vencido si tomamos en cuenta los relatos que revelan un ejército temeroso, vencido, si tomamos las fuentes a partir de los relatos como un ejército debilitado demostrando así la fragilidad de la corona española.
La batalla de Cachirí fue un combate de la llamada “reconquista” por parte de la Corona Española en la historiografía de la primera república de Colombia, ocurrida el 22 de Feberero de 1816 en el páramo de Cachirí, ubicado entre los municipios de Vetas y California en Santander. Los ejércitos españoles hicieron una entrada con banda Marcial (trompetas y tambores) a cargo de Pablo Morillo, Francisco Tomás Morales y Sebastian de la Calzada que habían invadido a la primera república de Colombia para reconquistar su antiguo régimen.[1] Posteriormente derrotaron al general García Rovira para apaciguar un intento de conformación de una república independiente  a la península ibérica.
La batalla fue escenario esencial para la independencia definitiva  con la corona española y la restauración de un estado independiente; como  el historiador Luis Pérez ratifica:
“La Batalla de Cachirí y la derrota del general bumangués José Custodio Cayetano García Rovira (1780-1816) entre el atardecer del miércoles 21 y el amanecer del jueves 22 de febrero del año bisiesto de 1816, se constituyeron en acontecimientos decisivos para comprender los orígenes de la actual Colombia como república unitaria, nacional, independiente y soberana ante las pretensiones de reconstitución política y recomposición territorial de los reinos que conformaban el imperio de España”.[2]
La corona por su parte buscó reagrupar sus tropas en búsqueda de recuperar los territorios atlánticos, el General Pablo Morillo enviado para encaminar su misión reconquistadora en el territorio del que alguna vez fue el  Nuevo Reino de Granada. Aconteciendo  la batalla de Cachirí como una de las tantas batallas que se libraron en el territorio de la nueva república de Colombia y una de las más influyentes, por órdenes del general Pablo Morillo y tras la derrota de la infantería realista a cargo del general de brigada Sebastián de la Calzada en territorios del Casanare por los escuadrones de Páez y Pérez, es enviado a marcha a Pamplona, cerca de ahí sorprende en Chitagá (Norte de Santander) al Gobernador F. Serrano y el General R. Urdaneta, teniendo lugar la batalla de Balagá. El ejército español se dio como victorioso aunque quedando debilitado el 25 de noviembre 1815.
Por otro lado en territorios santandereanos  comandado por Sebastián de la Calzada se conformó el “Batallón Cachiri” con una base de seiscientos hombres aproximadamente, -hijos de las Provincias de Pamplona y Cúcuta, además de viejos veteranos de las tropas realistas- que comandó el General de Brigada Sebastián de la Calzada, Francisco Tomás Morales y algunos peninsulares. “El resto del Batallón Fijo de Puerto Rico y del Regimiento de Granada. Los mandaba el español Manuel Carmona incorporándose a las filas como soldados forzados, muchos Oficiales patriotas y multitud de personas distinguidas en quienes se castigaba su amor a la República”[3]; a éstos se les pasaba por las armas a la menor falta que cometieron.
Las tropas de este nuevo batallón se reagruparon con insignias militares similares a las tropas españolas, conformando bandas militares y una organización ¿en despensa? como uniforme a los grandes cargos?. Como los relatos de Pedro María Ibáñez  lo afirma:
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“Las cornetas de las bandas del Cachiri eran de plata, y también eran de ese metal los botones de los uniformes. Contaba en Pamplona, antes de salir a campaña, con mil doscientas plazas, y se distinguió en combates con tropas mandadas por Ramón Nonato Pérez, José Concha. José Antonio Páez y Manuel Piar; la fama de esos soldados era reconocida por ambos Ejércitos, en las duras campañas de Venezuela.”[4]
Los dos bandos militantes se agrupan en el páramo de Cachirí, por una parte el batallón de Cachirí se consolidó en ese blanco como estrategia militar, por un lado era el paso desde Venezuela por la provincia de Pamplona hacia Santafé, y por otro lado el páramo era pantanoso y estrecho donde los esperaría  para atacar las tropas enemigas. Por otra parte la infantería realista por las tropas españolas encaminaron hacia Cúcuta -debilitados- esperando nuevas tropas españolas para la victoria.
Con las tropas debilitadas se encaminaron a la ofensiva de la primera batalla en Cachirí el 8 de enero de 1816 donde el ejército español tuvo que retirarse ante una derrota previa. Los refuerzos de las tropas españolas entraron desde Venezuela por los valles de Cúcuta volviéndose a reagrupar la ofensiva y así enfrentándose a las tropas de Custodio García Rovira y Francisco de Paula Santander en la segunda batalla de Cachirí.[5]
“C. García Rovira y F. Santander debían aprovechar su superioridad bélica de “[…] dos mil quinientos soldados, los mil seiscientos fusileros con poco más de cien jinetes, y el resto armados de lanzas” para: contener el avance de la división realista a Santafé, destruirla o alejarla lo mayor posible de la capital neogranadina; apoderarse y asegurar la ruta por donde se esperaba la avanzada del grueso del ejército expedicionario desde Mompox y Ocaña hacia el Nuevo Reino; y en especial, para extinguir los excesos morales que se cometían por causa de la inacción de los republicanos en la defensa de los pueblos”.[6]
Mientras el primer enfrentamiento en el territorio de Cachirí el 8 de enero salió victorioso el ejército neogranadino y las tropas imperiales retrocedían, se puede analizar que con la llegada de refuerzos tanto en hombres como en cargamento militar para las tropas de la infantería española, el batallón Cachirí perdió muchos de sus hombres y municiones [con la victoria en tan poco tiempo se pudieron restablecer las tropas.
La infantería española se reagrupó como estrategia militar en cada una de las compañías, tanto las de granaderos, como las de cazadores y fusileros tenían un Capitán, dos Tenientes, dos Subtenientes, un Sargento primero, cuatro segundos, dos Tambores, que en las de cazadores serán Cornetas, ocho Cabos primeros, cuatro segundos y cuarenta y ocho Soldados. En tiempo de guerra se aumentaría cada compañía en cuatro Cabos segundos y 64 Soldados.

El segundo enfrentamiento fue el más decisivo, los relatos historiográficos nos revelan que la Batalla de Cachirí se constituyó a su vez en el peor descalabro de toda la guerra libertadora neogranadina (1816-1819). El número de bajas en soldados (más de mil quinientos entre Balagá y Cachirí), caballos (más de cuatrocientos), “prisioneros de guerra (doscientos heridos, quinientos en presidios) parque (dos piezas de artillería, cuatro banderas de batallón, 750 fusiles, 300 lanzas, 45.000 cartuchos) y logística de campaña (provisiones, ganados, material de intendencia, etc.)”, fue de proporciones superiores a lo acontecido durante la decisivas batallas neogranadinas en Vargas y Boyacá, entre julio y agosto de 1819.[7]
La Batalla se encaminó con una emboscada del ejército español, mientras las tropas del Cachirí se agruparon desde la parte más arriba del páramo y su estrategia militar era bombardear desde arriba, la municiones eran escasas, dando pié a las tropas de la infantería española en ir ascendiendo con éxito. La batalla fue una de las más sangrientas a machetes y espadas como lo demuestran los relatos históricos. Las tropas sobreviviente neogranadinas fueron retrocediendo mientras los españoles los atacaban por varios flancos.
“Otra revelación fue la abierta y sistemática oposición del segundo al mando del Nuevo Ejército del Norte, el General Francisco de Paula Santander, a permanecer, acuartelar y defender el paso de Cachirí. Santander había cumplido sus obligaciones “en la vanguardia en los días del combate” pero en sus “Apuntamientos” declaró que durante las conferencias de generales “[…] me opuse al plan de defender la montaña de Cachirí colocando las tropas por escalones para hacer una retirada a Bucaramanga”[8].
La derrota de las tropas neogranadinas y la victoria de la infantería militar  española culminó con la cabeza del General de Brigada Custodio García Rovira. Los sobrevivientes del ejército neogranadino huyeron hacia los llanos de Casanare -donde las tropas granadinas tenían controlado el territorio- tras la masacre de más de 1.000 neogranadinos y una entrada triunfal de la Corona.[9] Más tarde serían exiliadas las tropas sobrevivientes de la corona y proclamada la libertad como república independiente.[10]
Ahora bien, si analizamos los relatos historiográficos, nos atrevemos a decir que hasta ahora las tropas neogranadinas de la primera república por cada provincia -cada provincia era independiente y se administraba independientemente- estaban bien consolidadas en estrategia militar, su gran dificultad fueron la falta de municiones y equipamiento militar, uno de los ejemplos más claros es la primera batalla en el territorio de Cachirí o la antecesora batalla en el Casanare. Mientras las tropas militares de la infantería española cada vez tardaron más en avanzar hacia Santafé de Bogotá como lo ratifican los miembros de la Academia de historia:
“Los dos miembros de la Academia de Historia de Colombia [quiénes?] optaron por resumir y dar como incuestionable lo relatado en la “Historia de la revolución de la República de Colombia” (París, 1824-1827), de José Manuel Restrepo Vélez (1781-1863). Fuente primaria de los acontecimientos al desempeñarse como diputado y gobernador provincial, constitucionalista, magistrado y Secretario de Estado del General Presidente Simón Bolívar. Según los vencedores, el yerro capital de Rovira en esta acción fue haber querido hacer con tropas bisoñas la defensa por escalones, cuando sólo es dado hacerla con las que son aguerridas. Aseguraron también algunos jefes de aquel ejército que si el combate se hubiera sostenido de firme en la posición, el enemigo hubiera sido rechazado y acaso destruido.”[11]
Desde esa perspectiva, la batalla de Cachirí culminó la primera etapa republicana de conflictos elitistas, pugnas fragmentarias entre provincias, indefiniciones sobre el modelo republicano a seguir y los desacuerdos sobre la lealtad o insurrección por las élites provinciales. Dando como concluido en el páramo de Cachirí el derrocamiento del  brigadier Custodio García Rovira el 21 de febrero de 1816, posteriormente el general Sebastián de la Calzada se encontraba con las tropas de  Morillo  y entraron a Santafé de Bogotá. para culminar la guerra que perdurará entre 1816-19.[12]
Para concluir consideramos que sobre los acontecimientos de la batalla de Cachirí faltan por explorar aún más las fuentes y los relatos para ir reagrupando los datos históricos de nuestra historiografía regional. Hace falta más análisis en textos como los del historiador y pedagogo bogotano José María Quijano Otero, que hace una historia patria de la inmortalización el “Firmes Cachirí” o el estudio de las tropas españolas a partir de la reagrupación del ejército de infantería de 1808 que combatió en la independencia y el de 1815 que combatió por la llamada “reconquista” en la primera república. A su vez la conformación de un ejército militar neogranadino, esos factores influyen en los desdoblamientos político-militares para entender los procesos históricos desde una perspectiva más clara de los acontecimientos influyentes de la conformación político -social de nuestro territorio.
[1]PÉREZ PINZÓN, Luis Rubén (2017). “La Batalla de Cachirí (1816). Representaciones históricas y monumentales sobre la derrota militar de Custodio García Rovira”. En Anuario de Historia Regional y de las Fronteras. 22 (1). 71-72.
[2] Ibíd. 74 pp.
[3] Martínez, Armando. La reconquista del centro del Nuevo Reino de Granada. Bucaramanga: Academia de Historia de Santander, 2016. 38 pp.
[4] Ibáñez,Pedro María. Crónicas de Bogotá. Segunda Edición, Tomo III, cap. XLVI. Banco de la República.  Bogotá: Imprenta de La Luz. 1891. 353; R
[5] Martínez, Armando. La reconquista del centro del Nuevo Reino de Granada. Bucaramanga: Academia de Historia de Santander, 2016. 40 pp.
[6] Ibíd. 78 pp.
[7] PÉREZ PINZÓN, Luis Rubén (2017). “La Batalla de Cachirí (1816). Representaciones históricas y monumentales sobre la derrota militar de Custodio García Rovira”. En Anuario de Historia Regional y de las Fronteras. 76 pp.
[8] Santander, Francisco de Paula. Apuntamientos para las memorias sobre Colombia i la Nueva Granada (Bogotá, Imprenta de Lleras y Compañía, 1837).
[9]Periódico 15 UNAB. Del grito victorioso de "¡Firmes Cachirí!" a la caída estrepitosa de un mito santandereano. Por Pastor Virviescas Gómez el 1 de marzo del 2017?(revisar fecha!). Orden de citación: Apellido, Nombre, “Nombre del artículo”. En: Nombre de la revista
[10] Gómez Hoyos, Rafael. La revolución granadina de 1810: ideario de una generación y de una época, 1781-1821. Bogotá, 1972 (2 vols.). pág, 132.
[11] Restrepo, José Manuel. Historia de la revolución de la República de Colombia. Medellín: Bedout, 1974. No están citando a José Manuel Restrepo sino a alguien que lo cita a él (Armando Martínez?)
[12] Martínez, Armando. La batalla de Cachirí. El Socorro: Academia de Historia de Santander, 11 de febrero del 2016.

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